jueves, 25 de mayo de 2017

Qué sientes cuando no sientes nada

Hoy voy a escribir sobre un libro que tenía muchas ganas de leer y que me ha hecho sentir muchas cosas, Que sientes cuando no sientes nada, un libro en el que ha participado la Fundación ABB (de la que forma parte las personas que me ayudaron a superar el problema), gracias al autor Victor Panicello y la labor de un grupo de chicas que estaban en el proceso de superar su TCA decidieron crear un libro para prevenir los TCAs, dirigido sobre todo a padres.

El libro relata el verano de una chica, Emma, las relaciones con su grupo de amigos, su familia, y el problema cada vez más grande que empieza a desarrollarse en su vida. Pero no vengo aquí a hablar de la historia del libro, si no como lo he visto yo desde la perspectiva de haberlo vivido.

Me resultó raro empezar el libro por el hecho de que está escrito en el típico formato para adolescentes, pero me acostumbré pronto, tan pronto que devoré el libro en 3 días. La historia empieza retratando a Emma de una forma superficial, pero realmente es como empieza un TCA, aparentemente es sólo una preocupación por el aspecto.

Todas las personas que tienen un TCA lo viven de una forma diferente, pueden tener una distinta personalidad, distinta situación familiar… Pero en la Anorexia, la personalidad y obsesión suelen coincidir entre las diferentes personas que caen en ella, y realmente me llegó a impactar lo mucho que Emma me recordó a mí en su situación. Tanto que recordé muchas cosas del pasado y conecté tanto que tenía que parar en mitad de capítulos porque no paraba de llorar. Los capítulos antes del final del libro son muy duros. A mí, por motivos personales, hay una escena de Emma con un espejo (y no voy a decir más porque sería spoiler) fue la que más me hizo sentir y recordar.


El título del libro no podía ser más acertado. Qué sientes cuando  no sientes nada, porque es exactamente así, cuando sufres un TCA dejas de sentir aparentemente. Pero no dejas de sentir, sino que no lo identificas. Para mí era sentir tantas cosas a la vez, tantas cosas desconocidas y que me daban miedo, que prefería “no sentir nada”, ignorarlas, lo cuál creaba un bucle en el que cada vez había más sentimientos y menos los identificaba. Por eso pienso que este libro me hizo sentir tanto. Porque todo lo que no pude sentir ni identificar cuando estaba metida en mi TCA, lo estaba sintiendo al leerlo.

Una cosa que me encantó del libro fueron las recetas al final de cada capítulo. Sí, recetas, en un libro de prevención de TCAs, muy ingenioso. Pero eran recetas especiales, bajo cada receta venía la descripción de un sentimiento relatado por las chicas del centro ABB de Barcelona, y me parecieron todos acertadísimos: desde la ansiedad, miedo, perfeccionismo, obsesión, rabia… Cuando los relataban podía recordarme sintiendo eso en algún momento. Una de las cosas que más destaco del libro.

El libro se lo recomendaría a todos. A todos porque desgraciadamente todos vamos a entrar en contacto con una persona con TCA, puede que más o menos indirectamente. Pero es un libro que te hace entender, porque es necesario que acaben los “¿por qué simplemente no comes?” “Qué superficial es”. “Busca atención”. “Pero si ya estas delgada”. “Ya has engordado, ¿estás recuperada?” La obsesión con la comida es la punta de un iceberg de inseguridades, miedo, rabia, soledad, tristeza, ansiedad… Todos ocultos bajo la obsesión de querer adelgazar y ser perfecta, y darse cuenta que esa perfección que se busca no existe.

Dejaré esta frase por aquí, que resume la paradoja que viven las personas que padecen un TCA, la razón por la cuál una vez dentro, es tan complicado salir: “Se encontraba con la paradoja de que cada vez avanzaba más rápido, pero su objetivo parecía desplazarse también a más velocidad y cada vez quedaba más lejos… y era más infeliz. Pero ya no podía".



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