Querida
chica que se quedó en medio:
Conozco
tu historia. Sé que en el pasado tuviste tus problemas con la comida, que
estuviste en algún tipo de tratamiento pero lo dejaste cuando ya estabas
“sana”. Sí, sana físicamente. Te mantienes en ese peso por el que nadie se
podría alarmar pero tanto tú como yo sabemos que no queda natural en ti.
Siempre tuviste curvas, ¿dónde han quedado?
Te
he visto comer en numerosas ocasiones. Nunca dejas el plato limpio, esparces la
comida para que parezca que has comido, pero no tanto. Los carbohidratos los
evitas, la ensalada no la aliñas, no sea que te vayas a comer unas calorías de
más. “¿Vamos a pedir pizza?” “Pedidme una ensalada, y que la Coca Cola Light no
falte”.
Estás
en dieta constante. Pero que nadie sospeche, es para la Operación Bikini que
empezaste desde diciembre. Y si no para una boda, una comunión, un viaje…
Cualquier excusa para hacer dieta vale.
Sé
que evitas los espejos en público. No sea que nadie se vaya a fijar que te
quedas mirándote más tiempo de lo que lo hace el resto. Que tu momento más
vulnerable es cuando antes de entrar en la ducha examinas tu cuerpo. Te has
mirado suficiente como para conocer todos los lunares que cubren tu bella piel,
pero sólo te conoces los sitios en los que tienes más grasa que hueso.
Me
dan ganas de acercarme y decirte: “no te vas a quedar en medio para siempre,
algún día los espejos no serán tus enemigos, y la comida será un placer del que
disfrutarás como cualquier otro”. Pero no me atrevo, porque no me vas a creer.
¿Cómo podrías olvidar algo que te lleva persiguiendo tanto tiempo? Me
encantaría gritarte “yo también lo creí, yo también creí que nunca lo
olvidaría. Pero lo conseguí”.
Porque
llegará un momento de estrés en tu vida. Romperás con tu pareja, tendrás
problemas en tu familia, se morirá alguien cercano a ti, te echarán del
trabajo… Pasará algo que romperá toda esa estabilidad tan cuidada que había
creado. Todo se vendrá abajo, y tu también.
¿Vale
la pena? ¿Vale la pena vivir en la cuerda floja, estando “bien” pero sólo
cuando todo va bien? ¿Saber que vives con una bomba que no sabes cuando va a
explotar? Es posible librarse de ello. Es posible tener una vida plena. Recibe
esa ayuda que no dejaste terminar, y todo irá bien. Confía en mí. Merecerá la
pena que una preciosa chica como tú, vea por fin eso, que es preciosa.